El GOB o la hipocresía sigue

Al GOB ("Grup Balear d'Ornitologia i Defensa de la Naturalesa"), ese martillo de herejes urbanísticos, ese dedo acusador de toda práctica fea en contra de la naturaleza, le ha salido un grano y gordo.

Si primero fue el comunista Grosske y después Xisco Femenías de Andratx, a los que le dijimos que mejor se estuvieran calladitos, ahora se lo decimos al mismísimo líder de este agro-ecologismo radical, Miquel Àngel March.

El Mundo-Día de Baleares desvela hoy que March también ha construido ilegalmente (y vaya por Dios) dos edificaciones (nada menos) en Pollença sobre suelo rústico sin reunir las condiciones para construir nuevas plantas en el Anei de la zona.

Según afirma un denunciante, March ha construido a sabiendas de que no podía hacerlo porque las edificaciones no están destinadas a actividades agropecuarias, como sería preceptivo. Y March lo sabía porque es uno de los activistas contra la especulación y la construcción ilegal, esas cosas que afean el paisaje.

Con todo esto, nos preguntamos: ¿con qué cara se pueden presentar estos personajes en la sociedad denunciando construcciones tan ilegales como las que ellos mismos ya han perpetrado? ¿Con qué legitimidad legal se atreven estos tipos a organizar marchas, manifestaciones o demás movidas sociales en contra de la especulación?

Puede que haya que organizar otras marchas pero en contra de la hipocresía y el cinismo.